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18 octubre, 2006

Adiós Presidente Valentín Paniagua:

Muerte de Valentín Paniagua Causa Profundo Pesar en el País:
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Luego de haber permanecido 55 días en grave estado tras una crisis cardiaca, ex gobernante de transición dejó de existir a los 70 años.
· Recibió homenajes en el Congreso y en la Catedral de Lima. Esta tarde será sepultado con honores de jefe de Estado.
· Mandatario Alan García resaltó que líder de AP fue "un hombre que, en horas difíciles, supo llevar a un país con mano firme".
· Profundo pesar embarga al país entero ante la partida de uno de sus más destacados y honestos políticos.
Toda una manera de entender la política se acabó ayer cuando los pulmones de Valentín Paniagua sencillamente no pudieron más. Diecinueve días atrás, una infección había complicado la pericarditis que lo tenía internado en una clínica desde el 21 de agosto.
Tres semanas después, las cosas parecían haber mejorado y el paciente iba a dejar la Unidad de Cuidados Intensivos. Pero los médicos descubrieron que el daño causado a los pulmones era irreparable. La angustia acabó ayer, a las cinco en punto de la mañana. El último caballero de la política peruana fue puntual hasta para morirse.
La noticia conmocionó al país entero. Aunque fue derrotado en las últimas elecciones presidenciales, Paniagua, ex presidente del gobierno de transición tras la caída del régimen fujimorista, era reconocido nacionalmente como un político honesto y decente y, en el último tramo de la campaña, su figura de abuelo cariñoso -acentuada por el carisma del muñeco 'Chaparrón'- lo hizo aun más venerable. Se diría que casi no tenía enemigos. Su único enemigo fue el mal que lo tumbó hace siete semanas.
Muy temprano, los voceros de la familia informaron del deceso al jefe de Protocolo del Estado de la Cancillería, embajador Carlos Pareja, quien se lo comunicó al canciller José Antonio García Belaunde y este, a su vez, al presidente Alan García. Una de las primeras medidas del gobernante fue declarar, de inmediato, duelo nacional ayer y hoy, y suspender todas las actividades públicas para tributarle al ex presidente de la transición los homenajes y honores que le correspondían.
OBRA INCONCLUSA. Por la mañana, las autoridades de la clínica reunieron a la prensa para confirmar la mala noticia. Luis Solari, el médico de cabecera de Paniagua, explicó que la causa fue una insuficiencia respiratoria provocada por la infección pulmonar que lo aquejó el 25 de agosto, cuatro días después de que fuera internado en la clínica.
Como se recuerda, el 21 de agosto el líder político sufrió una pericarditis o derrame del pericardio, que es la membrana que envuelve el corazón. Hasta entonces, su salud parecía de hierro.
Antes de que la enfermedad lo derribara, Valentín Paniagua estaba lleno de proyectos. Había terminado de escribir su último libro, una historia de las constituciones políticas del Perú, y hasta la congresista Rosario Sasieta ya había separado la Sala Porras Barrenechea del Parlamento para la presentación oficial, que debía ser el próximo 26 de octubre. Su mayor sueño, sin embargo, era lograr que los partidos se pusieran de acuerdo en darle un rumbo único al país. A ello planeaba dedicarse durante los próximos meses.

CON SU GENTE. Al mediodía, el féretro fue trasladado al histórico local de Acción Popular, para que Paniagua recibiera el último adiós de los militantes del partido. Allí estuvieron en primera fila sus camaradas de toda la vida, como Juan Incháustegui y Javier Arias Stella. También llegaron líderes de otros partidos y, a la 1 en punto, el presidente García, quien, junto con Mauricio Mulder, declamó, como un homenaje especial, la célebre frase de Belaunde: "¡Una sola bandera! ¡El Perú! ¡Un solo himno! ¡El de la patria! ¡Un solo lema! ¡Adelante!".
Por la tarde, la carroza fúnebre llevó los restos del ex mandatario al Congreso, donde también se le rindieron solemnes honores. Su inseparable compañera Nilda Jara, sus hijos Valentín, Francisco, Susana y Jimena, y la congregación acciopopulista escucharon las palabras de tributo que expresó la presidenta del Legislativo, Mercedes Cabanillas, y los voceros de todas las bancadas. Esta vez, como en el Paseo Colón, su paso fue saludado con una salva de cañonazos.
Antes de que cayera la noche, el ataúd llegó a la Catedral de Lima. El vicario de la arquidiócesis de la capital, Enrique Ríos, ofició la misa de responso ante la presencia de familiares, de correligionarios y de las más altas autoridades del Estado. Luego se abrieron las puertas para que la ciudadanía pudiera, también, despedirse. Sin embargo, aquellas se cerraron pasadas las 10 p.m. El luto, mientras tanto, se extendió por todo el país. Hoy será el último adiós.
Fuente: Perú 21 – Web – 17/10/2006.
San Martín de Porres, septiembre de 2006.

Oficina de Prensa y Comunicaciones

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